POBRE MÉXICO… COMO NOS VE EL MUNDO POR LA CRISIS QUE PROVOCA LA INSEGURIDAD PÚBLICA.
MAX MORALES
ESPECIALISTA EN TEMAS DE SEGURIDAD
México, a lo largo de la historia moderna, había sido visto como un país pacífico, armonioso, amigable y seguro. Tanto así, que durante muchos años fue recordado como “el mejor anfitrión del mundo” al celebrarse los Juegos Olímpicos de 1968, además de otros eventos internacionales. Su Doctrina Estrada le permitió mantener un reconocimiento diplomático pacificador y conciliador, logrando buenos resultados en conflictos —principalmente guerrillas— en países de Centro y Sudamérica, lo que otorgaba una alta estima mundial.
Sin embargo, en las últimas décadas México ha caído en una espiral de desprestigio debido a la marcada crisis de seguridad pública, que ha derivado en una creciente violencia delictiva, agravada en el sexenio 2018-2024 y en la actual administración federal de la llamada Cuarta Transformación. Esto se refleja en diversas estadísticas, sondeos e indicadores, como se menciona a continuación:
• A México se le considera uno de los países más inseguros del mundo, reflejado en constantes alertas de viaje emitidas por Estados Unidos, Francia, Italia, España, Austria, entre otros.
• Nuestro territorio es visto como una región donde opera el narcotráfico; recientemente el gobierno de Estados Unidos declaró como narco-terroristas a los principales cárteles.
• Es el país donde más periodistas han sido ejecutados.
• País donde se acumula el mayor número de sacerdotes son asesinados.
• Uno de los países con más personas desaparecidas, con autoridades que niegan, maquillan cifras y no prestan atención adecuada a su búsqueda.
• Nuestra Nación es donde más asesinan a madres y padres buscadores de desaparecidos.
• País con mayor número de feminicidios en el mundo.
• Donde más políticos y servidores públicos son ejecutados.
• País con la mayor guerra interna entre grupos del narcotráfico, incluso más que en Colombia.
• Se afirma que entre el 75 % y el 80 % del territorio mexicano está bajo control del crimen organizado.
• País donde más secuestros se cometen, con más de diez modalidades distintas.
• Uno de los países con más extorsiones en todo su territorio.
• Principal productor y exportador de fentanilo.
• País con recurrentes casos de mega-corrupción institucional.
• País de América con más homicidios cometidos.
La administración anterior (la primera de la Cuarta Transformación) dejó, según estimaciones y por desgracia, la peor crisis de inseguridad de los últimos cinco sexenios. La inconformidad social por inseguridad se ha hecho evidente en manifestaciones constantes en estados como: Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Tamaulipas, Tabasco, Zacatecas, Nuevo León, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Ciudad de México, Sonora, Jalisco, Puebla, Querétaro, Guanajuato, entre otros.
Sin embargo, a pesar del panorama, no todo está perdido. Las presiones internacionales han obligado a tomar acciones más visibles:
• Realización de decomisos de droga después de años sin resultados.
• Destrucción de laboratorios clandestinos de fentanilo, cuya existencia se negaba previamente.
• Capturas de delincuentes de mayor rango, generadores de violencia en narco-estados relevantes.
• Extradiciones de miembros importantes de cárteles.
• Enfrentamientos armados contra grupos criminales en zonas donde antes no se actuaba. Ahora, lo necesario, es pasar de una retórica justificativa a acciones reales, permanentes y contundentes para recuperar territorios dominados por el crimen organizado. La población se siente insegura en más del 70 % del país. El 85 % de los empresarios ha sido víctima de algún delito (robos, asaltos o extorsiones). Solo 2 de cada 10 delitos se denuncian, y de estos, el 98% permanece impune.
Frente al desafío que enfrenta México, necesita impulsar planes a corto, mediano y largo plazo, con resultados reales, verificables y no maquillados, para demostrar voluntad política genuina.
Para que México recupere la paz, seguridad pública, prestigio internacional y tranquilidad social, se requiere la unión de funcionarios públicos, políticos, empresarios, ciudadanía, especialistas en seguridad, fuerzas armadas y corporaciones del orden. Solo así México podrá volver a ser el país seguro y respetado que alguna vez fue.
