Por Juan Pablo Ojeda
Toluca volvió a escribir su nombre con letras grandes en la historia del futbol mexicano. Con la conquista más reciente de la Liga MX, los Diablos Rojos se convirtieron en el quinto equipo en lograr el bicampeonato desde que se instauraron los torneos cortos, un logro reservado solo para clubes que han sabido dominar una época.
Desde que la Liga MX adoptó el formato de torneos cortos en 1996, muy pocos equipos han sido capaces de levantar dos títulos consecutivos. Toluca se suma ahora a una lista selecta que confirma su peso histórico y su capacidad para competir al más alto nivel, incluso en un futbol cada vez más parejo y exigente.
Este bicampeonato no es producto de la casualidad. Es el reflejo de un proyecto deportivo sólido, una plantilla equilibrada y una idea clara de juego que se mantuvo a lo largo de dos torneos. El equipo escarlata mostró regularidad en la fase regular y carácter en la Liguilla, donde supo resolver partidos clave bajo presión.
Además del valor deportivo, el logro refuerza la identidad del club y su vínculo con la afición. Toluca volvió a ser ese equipo incómodo, competitivo y confiable en las instancias decisivas, algo que históricamente lo ha distinguido dentro del futbol mexicano.
Con este bicampeonato en torneos cortos, los Diablos Rojos no solo celebran un nuevo trofeo, también reafirman su lugar entre los clubes más ganadores y respetados de la Liga MX, dejando claro que su historia sigue creciendo.
